España es el segundo consumidor de foie gras per cápita del mundo, según datos de 2018, solo superados por Francia, que es el primer consumidor a nivel mundial. El foie gras, producto de alto valor, es reconocido por el consumidor como un manjar, y se ha incorporado tanto en el consumo convivial y festivo a nivel de consumidor final, y también como materia prima o ingrediente en numerosas recetas. La gente probablemente no lo sabe, pero el foie gras español es muy valorado en todo el mundo por su gran calidad, y así lo demuestran las exportaciones. En torno al 10% de la producción se vende fuera de España, unos 5 millones de euros, teniendo en cuenta datos de 2019.