Varios estudios a pequeña escala han indicado que un mejor bienestar proviene de genéticas de crecimiento más lento en comparación con las convencionales actuales. Sin embargo, estos estudios a menudo se han realizado con pollos de acceso al exterior o con aves con crecimientos muy diferentes. Además, puede haber caracteres distintos del crecimiento, como la conformación corporal, que afectan el bienestar. Y como el sector avícola mundial está considerando las implicaciones del empleo de unas genéticas más lentas, era necesario un examen integral y multidisciplinario de pollos de engorde con una amplia gama de genotipos que difirieran en su velocidad de crecimiento y otros rasgos fenotípicos.