Confirmado el primer caso de influenza aviar en humanos en España en un trabajador de una granja avícola

Según Sanidad, el caso fue identificado durante las pruebas de control que por precaución se realizan a los empleados de las explotaciones en las que se ha registrado un foco de gripe aviar. En esta ocasión, la granja registró un brote entre las aves el día 17 de septiembre. El trabajador ha permanecido aislado en su domicilio y su único contacto estrecho ha dado negativo en las pruebas PCR realizadas.

Huevos y pavos alcanzan en los EEUU su mayor precio histórico por la influenza aviar

El regreso del virus es una sorpresa porque ya hubo un importante brote de influenza aviar en la primera mitad del 2022 que mató a más de 40 millones de aves. La enfermedad no suele regresar, ya que el calor del verano la mata. Es probable que el brote actual, que eleva los totales de muertes a mas de 45 millones, solo empeore a medida que las aves silvestres comiencen a volar hacia el sur, dijo Beth Thompson, veterinaria estatal de Dakota del Sur. La gripe aviar se propaga por aves silvestres migratorias que pululan sobre las granjas y dejan excrementos que acaban llegando a los gallineros.

La demanda mundial de carne avícola sigue siendo fuerte

Los mayores desafíos van a estar en el lado operativo, con mayores costos de alimentación, distribución y mano de obra. Los costos de energía también serán una preocupación, especialmente en Europa, la industria debe prepararse para un alto impacto en los costos en la producción y el almacenamiento, y una posible interrupción de la disponibilidad de insumos como el material de embalaje y el CO2 para el aturdimiento de gas en caso de un cierre. Otras regiones, especialmente en el hemisferio sur, se verán menos afectadas.

La huelga de celo en el Puerto de Tarragona amenaza a las fábricas de piensos

La Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales (AECEC) ha advertido de «graves problemas» de desabastecimiento de soja y maíz en Cataluña y Aragón por «la huelga encubierta» de los estibadores del Puerto de Tarragona. «Estamos extremadamente preocupados por la posibilidad de rotura de stocks en harina de soja y maíz, incremento de costes y por los problemas de malestar animal que puedan surgir», alerta.