El país galo ha publicado en su Diario Oficial un decreto en el que se establecen una serie de normas relativas al uso de denominaciones que designan productos de origen animal y los productos alimenticios derivados de ellos. Así, a partir de la entrada en vigor de este nuevo decreto, en Francia no será posible utilizar la terminología propia de los sectores tradicionalmente asociados a la carne y el pescado para designar productos que no pertenecen al reino animal ya que, en esencia, señala, no son comparables. Quedan exentos de esta prohibición los alimentos de origen animal que contengan proteínas vegetales en una proporción determinada, en cuyo caso podrán seguir usando las denominaciones cárnicas.