Uno de los temás más destacados este verano en los medios avícolas y en la prensa mexicana e internacional, ha sido todo lo referente a la situación de la avicultura en México tras el brote de influenza aviar detectado a fines del pasado junio.
En el artículo linkado a este resumen explicamos y sintetizamos la situación actual actual (primera semana de octubre) en México que ha provocado un encarecimiento considerable de los huevos, una autorización de las importaciones para evitar potenciales desabastecimientos, y, de forma colateral pues los pollos de carne no han sido afectados por este brote de influenza aviar, un encarecimiento también en la carne de pollo, esta última consecuencia por contagio de la alarma, ¿o habríamos de decir histeria?, mediática generada.
En cifras concretas estamos hablando de unas pérdidas de unos 25 millones de ponedoras, cifra acumulada hasta fines de septiembre, y un precio venta público del huevo que se ha más que triplicado. En concreto para el huevo basta considerar que el precio de venta por docena viene a ser, de media, de unos 0,50 € y que en poco tiempo ha llegado en algunos casos hasta 1,80 €, un coste inalcanzable para las clases populares del mayor consumidor de huevos del mundo.
La pregunta es, una vez se supere este brote de influenza aviar, ¿se resentirá el consumo de huevos per cápita aunque los precios bajen a cotizaciones normales?